sábado, 30 de abril de 2016

3 de mayo, fiesta de los Apóstoles FELIPE y SANTIAGO ALFEO


Felipe era originario de Betsaida de Galilea. San Juan habla de él varias veces en el Evangelio. Narra que el Señor Jesús llamó a Felipe al día siguiente de las vocaciones de San Pedro y San Andrés. De los Evangelios se deduce que el Santo respondió al llamado del Señor .Escritores de la Iglesia primitiva y Eusebio, historiador de la Iglesia, afirman que San Felipe predicó el Evangelio en Frigia y murió en Hierápolis. Papías, obispo de este lugar, supo por las hijas del apóstol, que a Felipe se le atribuía el milagro de la resurrección de un muerto.
A Santiago se le llama "el Menor" para diferenciarlo del otro apóstol, Santiago el Mayor (que fue martirizado poco después de la muerte de Cristo).
El evangelio dice que era de Caná de Galilea, que su padre se llamaba Alfeo y que era familiar de Nuestro Señor. Es llamado "el hermano de Jesús", no porque fuera hijo de la Virgen María, la cual no tuvo sino un solo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, sino porque en la Biblia se le llaman "hermanos" a los que provienen de un mismo abuelo: a los primos, tíos y sobrinos (y probablemente Santiago era "primo" de Jesús, hijo de alguna hermana de la Sma. Virgen). En la S. Biblia se lee que Abraham llamaba "hermano" a Lot, pero Lot era sobrino de Abraham. Y se le lee también que Jacob llamaba "hermano" a Laban, pero Laban era tío de Jacob. Así que el decir que alguno era "hermano" de Jesús no significa que María tuvo más hijos, sino que estos llamados "hermanos", eran simplemente familiares: primos, etc.
San Pablo afirma que una de las apariciones de Jesús Resucitado fue a Santiago. Y el libro de Los Hechos de los Apóstoles narra cómo en la Iglesia de Jerusalén era sumamente estimado este apóstol. (Lo llamaban "el obispo de Jerusalén"). San Pablo cuenta que él, la primera vez que subió a Jerusalén después de su conversión, fue a visitar a San Pedro y no vio a ninguno de los otros apóstoles, sino solamente a Santiago. Cuando San Pedro fue liberado por un ángel de la prisión, corrió hacia la casa donde se hospedaban los discípulos y les dejó el encargo de "comunicar a Santiago y a los demás", que había sido liberado y que se iba a otra ciudad (Hech. 12,17). Y el Libro Santo refiere que la última vez que San Pablo fue a Jerusalén, se dirigió antes que todo "a visitar a Santiago, y allí en casa de él se reunieron todos los jefes de la Iglesia de Jerusalén" (Hech. 21,15). San Pablo en la carta que escribió a los Gálatas afirma: "Santiago es, junto con Juan y Pedro, una de las columnas principales de la Iglesia". (Por todo esto se deduce que era muy venerado entre los cristianos).
Cuando los apóstoles se reunieron en Jerusalén para el primer Concilio o reunión de todos los jefes de la Iglesia, fue este apóstol Santiago el que redactó la carta que dirigieron a todos los cristianos (Hechos 15).
Hegesipo, historiador del siglo II dice: "Santiago era llamado ‘El Santo’. La gente estaba segura de que nunca había cometido un pecado grave. Jamás comía carne, ni tomaba licores. Pasaba tanto tiempo arrodillado rezando en el templo, que al fin se le hicieron callos en las rodillas. Rezaba muchas horas adorando a Dios y pidiendo perdón al Señor por los pecados del pueblo. La gente lo llamaba: ‘El que intercede por el pueblo’". Muchísimos judíos creyeron en Jesús, movidos por las palabras y el buen ejemplo de Santiago. Por eso el Sumo Sacerdote Anás II y los jefes de los judíos, un día de gran fiesta y de mucha concurrencia le dijeron: "Te rogamos que ya que el pueblo siente por ti grande admiración, te presentes ante la multitud y les digas que Jesús no es el Mesías o Redentor". Y Santiago se presentó ante el gentío y les dijo: "Jesús es el enviado de Dios para salvación de los que quieran salvarse. Y lo veremos un día sobre las nubes, sentado a la derecha de Dios". Al oír esto, los jefes de los sacerdotes se llenaron de ira y decían: "Si este hombre sigue hablando, todos los judíos se van a hacer seguidores de Jesús". Y lo llevaron a la parte más alta del templo y desde allá lo echaron hacia el precipicio. Santiago no murió de golpe sino que rezaba de rodillas diciendo: "Padre Dios, te ruego que los perdones porque no saben lo que hacen".
El historiador judío, Flavio Josefo, dice que a Jerusalén le llegaron grandes castigos de Dios, por haber asesinado a Santiago que era considerado el hombre más santo de su tiempo.
Este apóstol redactó uno de los escritos más agradables y provechosos de la S. Biblia. La que se llama "Carta de Santiago". Es un mensaje hermoso y sumamente práctico. Ojalá ninguno de nosotros deje de leerla. Se encuentra al final de la Biblia. Allí dice frases tan importantes como estas: "Si alguien se imagina ser persona religiosa y no domina su lengua, se equivoca y su religión es vana". "Oh ricos: si no comparten con el pobre sus riquezas, prepárense a grandes castigos del cielo". "Si alguno está triste, que rece. Si alguno se enferma, que llamen a los presbíteros y lo unjan con aceite santo, y esa oración le aprovechará mucho al enfermo" (de aquí sacó la Iglesia la costumbre de hacer la Unción de los enfermos). La frase más famosa de la Carta de Santiago es esta: "La fe sin obras, está muerta".


Fuente: churchforum.org



Martirio de San Felipe


«Según los relatos de los Evangelios podemos ver a Felipe como un hombre cándido, timorato pero de mente sensata. Al pertenecer al Colegio Apostólico (Hechos) va a predicar Hierápolis (hoy Turquía) que pertenecía antiguamente a Grecia y en la cual muere en edad avanzada. La tradición no se pone de acuerdo, se dice que tuvo dos hijas que llegaron vírgenes a la vejez y están enterradas junto a él según la carta de San Víctor en el año 189 dirigida a Polícrates de Éfeso. En los Hechos 21, 8-9 refiera a cuatro hijas “Al otro día, saliendo Pablo y los que con él estábamos, fuimos a Cesarea; y entrando en casa de Felipe el evangelista, que era uno de los siete, estuvimos con él. Este tenía cuatro hijas doncellas que profetizaban”. Aquí hay una de las confusiones, quizás este sea el Felipe Evangelista que se supone que muere en Cesarea y Felipe el Diácono el de Hierápolis, existiendo dos de ellos diferentes. En el libro apócrifo “Hechos de Felipe” refiere a que el apóstol murió en la región de Asia y sus restos enterrados en Hierápolis Según la tradición los restos fueron más tarde trasladados a Constantinopla y de allí a la iglesia de los Dodici Apostoli de Roma. Existiendo en la actualidad dos tumbas de un mismo apóstol o bien de dos “Felipes” diferentes.»(126)
«La tradición del Siglo II referente a él es insegura, tanto más cuanto que se registra una tradición similar respecto a Felipe el Diácono y Evangelista – un fenómeno que debe ser resultado de una confusión causada por la existencia de dos Felipes. En su carta a San Víctor, escrita hacia 189-98, el obispo Polícrates de Éfeso menciona entre las “grandes lumbreras”, a quienes el Señor buscará “el último día”, a “Felipe, uno de los Doce Apóstoles, que está enterrado en Hierópolis con sus dos hijas, que llegaron vírgenes a la vejez”, y una tercera hija, que “llevó una vida en el Espíritu Santo y descansa en Éfeso”. Por otro lado, según el Diálogo de Cayo, dirigido contra un montanista llamado Proclo, éste afirmó que “hubo cuatro profetisas, las hijas de Felipe, en Hierópolis en Asia donde aún está situada su tumba y la de su padre”. Los Hechos de los Apóstoles (21, 8-9) en realidad mencionan cuatro profetisas, las hijas del diácono y “Evangelista” Felipe, como viviendo entonces en Cesarea con su padre, y Eusebio, que da los extractos arriba citados (Hist. Eccl., III, xxxii), refiere a éste último la afirmación de Proclo. La afirmación del obispo Polícrates tiene en sí misma más autoridad, pero es extraordinario que se mencione a tres hijas vírgenes del Apóstol Felipe (dos enterradas en Hierópolis), y que el diácono Felipe haya tenido también cuatro hijas, y que se diga que hayan sido enterradas en Hierópolis. Aquí también quizá debemos suponer que se haya producido una confusión entre los dos Felipes, aunque es difícil decidir cuál de los dos, el Apóstol o el diácono, fue enterrado en Hierópolis. Muchos historiadores modernos creen que fue el diácono; sin embargo, es posible que el Apóstol fuera enterrado allí y que el diácono también viviera y trabajara allí y fuera allí enterrado con tres de sus hijas y que estas fueran después erróneamente consideradas como hijas del Apóstol. Los apócrifos “Hechos de Felipe”, que son, sin embargo, puramente legendarios y un tejido de fábulas, también se refieren a la muerte de Felipe en Hierópolis. Los restos del Felipe que fue enterrado en Hierópolis fueron más tarde trasladados, (como los del Apóstol) a Constantinopla y de allí a la iglesia de los Dodici Apostoli de Roma. ».(127)

LOS DISCÍPULOS DE JESÚS: EL APÓSTOL FELIPE










   






El Santiago Apóstol que celebramos hoy, que por cierto no hemos de confundir con Santiago el Mayor que vino a España y constituye el único apóstol de cuyo martirio nos hablan los textos canónicos, es entre los apóstoles, el que podemos considerar el más enigmático, aquél cuya personalidad e identidad más problemas suscitan, pues se da en él la confusión de cinco personajes de los cuales puede ser uno, dos, tres, cuatro o los cinco (aunque en la humilde opinión de este columnista es “los cinco”).
            De esos cinco personales citados, es el primero Santiago de Alfeo, mencionado en los listados de apóstoles que hacen Mateo, Marcos y Lucas (no así Juan en cambio, que nunca realiza una nómina y que a lo largo de su evangelio sólo menciona alguna vez como mucho a siete):
            “Los nombres de los doce Apóstoles son éstos: primero Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo el publicano; Santiago el de Alfeo y Tadeo; Simón el Cananeo y Judas el Iscariote, el que le entregó” (Mt. 10, 2-4, similar en Mc. 3, 16-19 y Lc. 6, 13-16).
            El segundo es Santiago el Menor (al que efectivamente, y por el contrario del Santiago patrón de España, sí se llama expresamente “el Menor”, como si hubiera un “Mayor” al que nunca se llama así en el Evangelio):
            “Había también unas mujeres mirando desde lejos, entre ellas, María Magdalena, María la madre de Santiago el menor y de Joset” (Mc. 15, 40)
            El tercero es el llamado “hermano del Señor”, al que los textos canónicos se refieren varias veces, aunque al tema le dedicaremos tratamiento aparte por lo que ahora nos limitamos a reseñarlo sin extendernos más.
            El cuarto es el líder de la comunidad protocristiana de Jerusalén, y primer obispo de la ciudad del Templo, el que se enfrenta a Pablo y a Pedro en la llamada Controversia de Antioquía que ya hemos tenido ocasión de conocer (pinche aquí si desea refrescar conocimientos), y pronuncia con ocasión del mismo este discurso:
            “Cuando terminaron de hablar, tomó Santiago la palabra y dijo: «Hermanos, escuchadme. Simeón ha referido cómo Dios ya por primera vez intervino para procurarse entre los gentiles un pueblo para su Nombre. Con esto concuerdan los oráculos de los Profetas, según está escrito: «Después de esto volveré y reconstruiré la tienda de David que está caída; reconstruiré sus ruinas, y la volveré a levantar. Para que el resto de los hombres busque al Señor, y todas las naciones que han sido consagradas a mi nombre, dice el Señor que hace que estas cosas sean conocidas desde antiguo.            Por esto juzgo yo que no se debe molestar a los gentiles que se conviertan a Dios, sino escribirles que se abstengan de lo que ha sido contaminado por los ídolos, de la impureza, de los animales estrangulados y de la sangre. Porque desde tiempos antiguos Moisés tiene en cada ciudad sus predicadores cuando se lee cada sábado en las sinagogas.»” (Hch. 15, 15-20).
            Y el quinto es el autor de uno de los veintisiete textos canónicos, el que se suele clasificar como antepenúltimo, la Carta de Santiago, que se presenta a sí mismo como “Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, saluda a las doce tribus de la Dispersión” (Sa. 1, 1).
            La cuestión sobre la identidad personal de estos cinco personajes, Santiago de Alfeo, Santiago el Menor, Santiago el hermano del Señor, Santiago el primer obispo de Jerusalén y Santiago el autor de la Carta canónica, es muy densa, por lo que nos limitamos aquí a enunciarla en los términos en que se ha hecho, y como tantas otras veces, dejamos para mejor ocasión el análisis más profundo de la cuestión. Que por hoy, creo yo, amigo lector, ya hemos tenido bastante, ¿no le parece a Vd.?

















lunes, 4 de abril de 2016

27 de abril, fiesta de Nuestra Señora de Monserrat

Vida de la Madre de Dios de Montserrat

La Virgen de Montserrat fue declarada santa patrona de Cataluña por el papa León XIII.

Descubrimiento

Cuenta la leyenda que unos pastores estaban pastando sus ovejas cerca de Montserrat y descubrieron la imagen de madera en una cueva, en medio de un misterioso resplandor y cantos angelicales. Por órdenes del obispo de llevarla a la catedral, comenzó la procesión, pero no llegó a su destino, ya que la estatua se empezó a poner increíblemente pesada y difícil de manejar. Entonces fue depositada en una ermita cercana, y permaneció allí hasta que se construyó el actual monasterio benedictino.

Descripción de la Imagen

La santa imagen, tallada en madera, es un buen ejemplo del arte románico. La estatua está sentada y mide 95 cm., un poco más de tres pies de altura. De acuerdo con el estilo románico, la figura es delgada, de cara alargada y delicada expresión. Una corona descansa sobre la cabeza de la Virgen y otra adorna la cabeza del Niño Jesús, que está sentado en sus piernas. Tiene un cojín que le sirve de banquillo o taburete para los pies y ella está sentada en un banquillo de patas grandes, con adornos en forma de cono.
El vestido consiste en una túnica y un manto de diseño dorado y sencillo. La cabeza de la Virgen la cubre un velo que va debajo de la corona y cae ligeramente sobre los hombros. Este velo también es dorado, pero lo realzan diseños geométricos de estrellas, cuadrados y rayas, acentuadas con sombras tenues. La mano derecha de la Virgen sostiene una esfera, mientras la izquierda se extiende hacia adelante con un gesto gracioso. El Niño Jesús está vestido de modo similar, por su puesto, con excepción del velo. Tiene la mano derecha levantada, dando la bendición, y la izquierda sostiene un objeto descrito como un cono de pino.
Casi toda la estatua es dorada, excepto la cara y las manos de la Virgen, y la cara, las manos y los pies del Niño. Estas partes tienen un color entre negro y castaño. A diferencia de muchas estatuas antiguas que son negras, debido a la naturaleza de la madera o a los efectos de la pintura original, el color oscuro de la "Mare de Déu de Montserrat" se le atribuye a las innumerables velas y lámparas que se han encendido ante la imagen día y noche.
Con el transcurso del tiempo el humo se ha ido introduciendo en la figura, ennegreciéndola gradualmente. Por esto la llaman por cariño La Morenita. En virtud de esta coloración, la Virgen está catalogada entre las Vírgenes Negras, y la estatua goza de gran estima como un tesoro religioso y por su valor artístico.

Origen

No se sabe nada acerca del origen de la estatua, aunque cuenta la leyenda que unos pastores estaban pastando sus ovejas cerca de Montserrat y descubrieron la imagen de madera en una cueva, en medio de un misterioso resplandor y cantos angelicales. Por órdenes del obispo de llevarla a la catedral, comenzó la procesión, pero no llegó a su destino, ya que la estatua se empezó a poner increíblemente pesada y difícil de manejar. Entonces fue depositada en una ermita cercana, y permaneció allí hasta que se construyó el monasterio de hoy en día.
Esta leyenda no se ha podido confirmar. También se cree que los primeros monjes del lugar consiguieron una estatua que fuera de acuerdo con la iglesia románica original. Se cree que dicha estatua es la misma que ahora se venera y que fue puesta cerca del retablo o contra una pared, ya que lo negro de la estatua no está cuidadosamente distribuido.
La estatua está ubicada en lo alto de la pared de una alcoba que queda detrás del altar principal. Directamente detrás de esta alcoba y de la estatua se encuentra un cuarto grande, llamado el Camarín de la Virgen. Este camarín puede acomodar a un grupo grande de personas, y desde ahí se puede rezar junto al trono de la Stma. Madre. A este cuarto se llega subiendo una monumental escalera de mármol, decorada con entalladuras y mosaicos.

Visitada por los santos.

Entre los santos que visitaron el lugar venerado se encuentran San Pedro Nolasco, San Raymundo de Peñafort, San Vicente Ferrer, San Francisco de Borja, San Luis Gonzaga, San José de Calasanz, San Antonio María Claret y San Ignacio de Loyola, que, siendo aún caballero, se confesó con uno de los monjes y pasó una noche orando ante la imagen de la Virgen. A unas cuantas millas queda Manresa, un santuario de peregrinación para la Compañía de Jesús, la orden Jesuita fundada por San Ignacio, pues encierra la cueva en donde el Santo se retiró del mundo y escribió sus Ejercicios Espirituales.

Artistas

Los grandes poetas Goethe y Federico Schiller escribieron acerca de la montaña; y Beethoven murió en Viena, en una casa que había sido un antiguo estado feudal de Montserrat. Además de esto, el lugar se hizo famoso gracias a Richard Wagner, quien utilizó el sitio para dos de sus óperas, Parsifal y Lohengrin.


Réplicas de la imagen

Canarias (España)

En la Iglesia Matriz de la Concepción de la ciudad de San Cristóbal de La Laguna (Tenerife), hay una pequeña imagen de la Virgen de Montserrat situada debajo de uno de estos retablos. En la isla de La Palma en el municipio de San Andrés y Sauces, en la Iglesia gótica de Nuestra Señora de Montserrat de los Sauces (fundada en 1513, por conquistadores y colonos catalanes) se venera una talla de la Virgen de Montserrat, que es además la patrona de este municipio. La fiesta es del 1 al 15 de septiembre.

Perú

En la ciudad de Lima (Perú) se venera desde fines del siglo XVI una réplica de la Virgen, en la parroquia de Nuestra Señora de Montserrat, ubicada en el Jr. Callao nº 842, Cercado de Lima. El antiguo barrio extramuros lleva el nombre de Montserrat y sus fiestas se realizan todos los segundos domingos de septiembre en que la Hermandad realiza la Romeria, Novena y Procesión.

Guatemala

En la Diócesis de Santiago de Guatemala existe una parroquia dedicada a la Virgen de Montserrat. Su fiesta patronal se celebra el 27 de abril.

Colombia

En el Santuario de Monserrate, en Bogotá, existe una réplica de la citada Vírgen "Negra" o "Moreneta".

El Salvador

En El Salvador existe una pequeña comunidad llamada Colonia Montserrat ahí se encuentra la parroquia que lleva el mismo nombre, se celebra el día 27 de abril, además ella es la patrona de los telecomunicadores de ese mismo país.

Venezuela

Igualmente en Venezuela, en el municipio Urdaneta del Estado Lara, se encuentra la Virgen de Monserrat, específicamente en la comunidad San Pedro de Monserrat. Su fiesta se celebra el 27 de abril. Festividades que son muy concurridas, debido a la cantidad de milagros que ha realizado Nuestra Señora de Monserrat, como también es conocida esta virgen morena. Cabe destacar que la Virgen de Monserrat o mejor conocida como la Virgen Morena es Patrona del Municipio José Ángel Lamas, el cual se encuentra ubicado en el Edo. Aragua. Sus fieles devotos celebran su día el 08 de septiembre venerando a su Patrona con ofrendas florales y realizando actividades religiosas en honor a ella.

Brasil

En Brasil, existe una réplica en la ciudad de Santos (estado de São Paulo) en la Igreja da Ordem Terceira do Carmo. También la Virgen de Montserrat es la patrona de Santos, y su fiesta se celebra el 8 de septiembre. El "Santuário de Nossa Senhora do Monte Serrat" (1603) se encuentra en la cima del "Monte Serrat" en Santos y las festividades son muy concurridas.

México

En México, se venera en el Templo del Ex-Convento de San Bernardino de Siena en Taxco de Alarcón, Guerrero, siendo una talla exacta de la original de Cataluña y se festeja el 27 de abril, es considerada patrona de la mujeres embarazadas

Argentina

Exactamente en San Miguel de Tucumán, provincia de Tucumán, al noroeste del país, se encuentra la parroquia de Nuestra Señora de Montserrat, cuya imagen que es una replica exacta de la original y traída de su lugar de origen es venerada desde el año 1957. Llegada de la mano del sacerdote Joaquín Cucala Boix que trajo la devoción de la llamada "Moreneta" y con el ímpetu que lo caracterizaba fundó el templo en 1961, un establecimiento educativo para niños y jóvenes de la comunidad naciente. El establecimiento lleva el nombre de Colegio Nuestra Señora de Montserrat dedicado a los niños y El Instituto Nuestra Señora de Montserrat avocado a la enseñanza de adolescentes. Se festeja su día el 27 de abril.



NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE MONTSERRAT


En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN

ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE MONTSERRAT

Oh Madre Santa, Corazón de amor, Corazón de misericordia, que siempre nos escuchas y consuelas, atiende a nuestras súplicas. Como hijos tuyos, imploramos tu intercesión ante tu Hijo Jesús.
Recibe con comprensión y compasión las peticiones que hoy te presentamos, especialmente [se hace la petición]…………………………………
¡Qué consuelo saber que tu Corazón está siempre abierto para quienes recurren a ti!
Confiamos a tu tierno cuidado e intercesión a nuestros seres queridos y a todos los que se sienten enfermos, solos o heridos. Ayúdanos, Santa Madre, a llevar nuestras cargas en esta vida hasta que lleguemos a participar de la gloria eterna y la paz con Dios. Amén.

¡Nuestra Señora de Monserrate, Ruega por nosotros!

ACTO DE CONTRICCIÓN ( Hacerlo cada día)

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero. Creador, Padre y Redentor mío: por ser vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas: a mí me pesa de todo corazón haberte ofendido porque eres infinitamente bueno y digno de ser amado. Firmemente resuelvo con la ayuda de tu gracia, confesar mis pecados: hacer penitencia y enmendar mi vida. AMÉN

ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS

¡Oh, María, Madre mía amabilísima! Yo me ofrezco hoy a Tí y te consagro para siempre todo lo que me resta de vida; mi cuerpo con todas mis miserias; mi alma con todas sus flaquezas, mi corazón con todos sus afectos y deseos; todas mis oraciones, trabajos, amores, sufrimientos y combates; en especial mi muerte con todo lo que la acompaña, mis últimos dolores y mi última agonía. Y todo esto ¡Oh María! Y cada una de estas cosas en particular las uno para siempre e irrevocablemente a tu amor, a tus lágrimas, a tus sufrimientos.
¡Dulcísima Madre de Monserrate! Acuérdate de mí y de la consagración que de mi persona te hago. Y si yo, vencido por el desaliento o la tristeza, por la perturbación o el desvarío, llegara alguna vez a olvidarme de Tí… Entonces ¡Madre Mía! Te pido y te suplico insistentemente por el amor que tienes a Jesús, que me protejas como Madre, que me vuelvas a convertir en fiel discípulo de tu Hijo y que a ejemplo tuyo le sirva y adore a Él que es nuestro único Salvador y Redentor. ASÍ SEA.
(Ahora se rezan las oraciones del día correspondiente)

ORACIÓN PARA EL DÍA PRIMERO

Os alabo, bendigo y glorifico, soberana Reina de Monserrate por ser la Madre de Dios, ya que por obra y gracia del Espíritu Santo se encarnó el Verbo Divino en vuestras purísimas entrañas. Os pido para mi alma, fidelidad y constancia en el servicio a mi Dios y Señor Jesucristo.
Se repite al terminar la oración correspondiente de cada día:
Escucha benignamente mi petición e intercede por mí ante el trono de tu Hijo,
si es que lo que pido conviene a mi eterna salvación. ASÍ SEA.
(Hágase en silencio la petición que desee alcanzar)
Jaculatoria: “Favoréceme Divina Señora de la Monserrate”
(Se rezan 3 Ave Marías, luego la Oración Final)

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS


Acordaos, Oh Piadosa Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han recurrido a vuestra protección, implorado vuestro auxilio, reclamado vuestro socorro, haya sido desamparado de vos. Animado en esta confianza, a vos acudo oh Madre, Virgen de las vírgenes; a vos vengo; en vuestra presencia me pongo arrepentido pecador. No desprecies mis súplicas, ¡Oh Madre del Verbo Divino!, antes bien escuchadlas, propicia y atendedlas. ASÍ SEA.

ORACIÓN PARA EL DÍA SEGUNDO


Os alabo, bendigo y glorifico, soberana Reina de los Ángeles por haber sido redimida de modo eminente, en previsión de los méritos de tu Hijo, y unida a Él con un vínculo estrecho e indisoluble. Os pido para mi alma la gracia de nunca más pecar ni abandonar a mi Dios y Señor Jesucristo.

ORACIÓN PARA EL DÍA TERCERO

Os alabo, bendigo y glorifico, soberana Reina de los Patriarcas, pues estas enriquecida con la suma prerrogativa y dignidad de ser Madre de Dios Hijo, y por eso, eres hija predilecta del Padre y Sagrario del Espíritu Santo. Os pido para mi alma ser siempre hijo fiel de la Iglesia Católica que predica el único Evangelio de Cristo y te venera como Madre de Dios.

ORACIÓN PARA EL DÍA CUARTO

Os alabo, bendigo y glorifico, soberana Reina de los Profetas, que aunque hija de Adán, fuiste hallada llena de gracia ante los ojos del Padre Celestial y eres verdaderamente madre de todos nosotros los hermanos de Cristo. Os pido para mi alma amar siempre a mi prójimo como a mí mismo, según nos enseñó mi Dios y Señor Jesucristo.

ORACIÓN PARA EL DÍA QUINTO

Os alabo, bendigo y glorifico, soberana Reina de los Apóstoles, porque así como la desobediencia e incredulidad de Eva nos encadenaron al pecado y a la muerte, tu obediencia y tu fe se ofrecieron al Padre para que Jesucristo nos liberara de las cadenas de pecado y de la muerte. Os pido para mi alma que en la gloriosa mañana de la resurrección final pueda estar junto a ti gozando de la eterna visión de la Santísima Trinidad.

ORACIÓN PARA EL DÍA SEXTO

Os alabo, bendigo y glorifico, soberana Reina de los Mártires por los siete dolores que atravesaron tu inmaculado corazón y que aceptaste humildemente por amor a Dios y a los hombres. Os pido para mi alma aceptar con resignación cristiana las pruebas y sufrimientos que el Señor permita que reciba y así unirme a su dolorosísima pasión y muerte.

ORACIÓN PARA EL DÍA SÉPTIMO

Os alabo, bendigo y glorifico, soberana Reina de los Confesores por el ejemplo tan perfecto de entrega total a Cristo que nos habéis dado, siguiendo siempre sus pasos desde Belén hasta el Calvario. Os pido para mi alma la gracias de ser siempre fiel imitador de mi Dios y Señor Jesucristo.

ORACIÓN PARA EL DÍA OCTAVO

Os alabo, bendigo y glorifico, soberana Reina de la Vírgenes porque el Padre Celestial os creó llena de gracia desde el primer instante y por eso os llamarán bienaventurada todas las generaciones. Os pido para mi alma, ya que perdí la inocencia por el pecado, recuperar la gracia que Cristo nos mereció con Su Sacrificio de la Cruz.

ORACIÓN PARA EL DÍA NOVENO

Os alabo, bendigo y glorifico, soberana Reina de la Paz porque fuiste madre de la única fuente de paz y amor que hay en el universo y en cuyas aguas que manan hasta la eternidad, bebiste Tú, Madre y Señora Nuestra. Os pido para mi alma ser un ser de verdadero hijo de la paz y para que también reine en mí como reina en Tí, mi Dios y Señor Jesucristo.

Himno a la Virgen de Montserrat

Rosa de abril, morena de la sierra
Virgen de Monserrat;
Ilumina acuesta vuestra tierra,
al cielo nos guiad.
Alba feliz de estrellas coronada,
ciudad de Dios en que David soñó;
A vuestros pies la luna colocada,
la luz del sol vestido ofreció.
De Puerto Rico sois la princesa
de Borinquén luz que ampara la nación;
Del alma fiel pilar sed de firmeza,
del pecador puerto de salvación.
Consuelo sed de quien la patria añora
Sin ver jamás el bello Monserrat;
En tierra y mar oíd al que os implora
Y el corazón del malo a Dios tornad.
Tu nombre de principio a nuestra historia,
Que Monserrat es nuestro Sinaí:
Seamos pues, las gradas de la gloria
Ese peñón creado para ti.

BIBLIOGRAFÍA

Tamaño: 11 x 7.5 cm
Páginas: 24
ISBN: 978-607-459-275-7


















MÚSICA








FILMOGRAFIA











sábado, 2 de abril de 2016

SEGUNDO DOMINGO DE PASCUA



La Fiesta de la Divina Misericordia se celebra el primer Domingo después del Domingo de Pascua.

Sor María Faustina, apóstol de la Divina Misericordia, forma parte del círculo de santos de la Iglesia más conocidos. A través de ella el Señor Jesús transmite al mundo el gran mensaje de la Divina Misericordia y presenta el modelo de la perfección cristiana basada sobre la confianza en Dios y la actitud de caridad hacia el prójimo.

Antecedentes

Una devoción especial se comenzó a esparcir por el mundo entero a partir del diario de una joven monja polaca en 1930. El mensaje no es nada nuevo, pero nos recuerda lo que la Iglesia siempre ha enseñado por medio de las Sagradas Escrituras y la tradición: que Dios es misericordioso y que perdona y que nosotros también debemos ser misericordiosos y debemos perdonar. Pero en la devoción a la Divina Misericordia este mensaje toma un enfoque poderoso que llama a las personas a un entendimiento más profundo sobre el Amor ilimitado de Dios y la disponibilidad de este Amor a todos – especialmente a los más pecadores. El mensaje y la devoción a Jesús como la Divina Misericordia esta basada en los escritos de la Santa María Faustina Kowalska, una monja polaca sin educación básica que, en obediencia a su director espiritual, escribió un diario de alrededor de 600 páginas que relatan las revelaciones que ella recibió sobre la Misericordia de Dios. Aún antes de su muerte en 1938 se comenzó a esparcir la devoción a la Divina Misericordia.

El mensaje de Misericordia es que Dios nos Ama – a todos- no importa cuan grande sean nuestras faltas. Él quiere que reconozcamos que Su Misericordia es más grande que nuestros pecados, para que nos acerquemos a Él con confianza, para que recibamos su Misericordia y la dejemos derramar sobre otros. De tal manera de que todos participemos de Su Gozo. Es un mensaje que podemos recordar tan fácilmente como un ABC.

A — Pide su Misericordia. Dios quiere que nos acerquemos a Él por medio de la oración constante, arrepentidos de nuestros pecados y pidiéndole que derrame Su Misericordia sobre nosotros y sobre el mundo entero
B — Sé misericordioso – Dios quiere que recibamos Su Misericordia y que por medio de nosotros se derrame sobre los demás
C — Confía completamente en Jesús – Dios nos deja saber que las gracias de su Misericordia dependen de nuestra confianza. Mientras más confiemos en Jesús, más recibiremos.

La Devoción a la Divina Misericordia

Tener devoción a la Divina Misericordia requiere de una total entrega a Dios como Misericordia. Es una decisión que comprende en confiar completamente en Él, en aceptar su Misericordia con acción de gracias y de ser misericordioso como Él es Misericordioso.

Las prácticas devocionales propuestas en el diario de la Santa Faustina están en completo acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia y su raíz están firmemente en los Mensajes de los Evangelios de nuestro Señor Misericordioso. Estos propiamente comprendidos e implementados nos ayudan a crecer como genuinos seguidores de Cristo.

Corazón Misericordioso

Existen dos versos de las Escrituras que debemos tener en cuenta mientras nos involucramos en estas prácticas devocionales.

1. "Ese pueblo se me ha allegado con su boca, y me han honrado con sus labios mientras que si corazón está lejos de mí." (Is 29:13);

2. Bienaventurados los misericordiosos por que ellos alcanzarán misericordia " (Mt 5:7). Es irónico y hasta espantoso el hecho de que la mayoría de las personas religiosas de los tiempos de Cristo (personas que eran practicantes de su religión y que ansiosamente esperaban la venida del Mesías) no fueron capaces de reconocerlo cuando Él vino.

Los fariseos, a los que Cristo les hablaba en la primera cita del evangelio mencionada anteriormente, eran muy devotos a las oraciones, reglas y rituales de su religión, pero al pasar de los años, estas prácticas externas eran tan importantes por ellas mismas que su verdadero significado se había perdido. Los fariseos efectuaban todos los sacrificios requeridos, decían las oraciones correctas, ayunaban con frecuencia y hablaban constantemente sobre Dios, pero nada de esto había tocado sus corazones. Como resultado no tenían ninguna relación con Dios, ellos no estaban viviendo de la forma que Él quería y no estaban preparados para la venida de Cristo.

Cuando miramos a la imagen de nuestro Salvador Misericordioso, o dejamos lo que estamos haciendo a las tres de la tarde, o rezamos la coronilla de la Divina Misericordia – son estas cosas que nos están llevando más cerca a la verdadera vida sacramental de la Iglesia y dejamos que Cristo transforma nuestros corazones? ¿O solo se han convertido en hábitos religiosos? ¿En nuestras vidas diarias estamos convirtiéndonos más y más en personas de Misericordia? ¿O sólo estamos honrando la Misericordia de Dios con los labios? Viviendo el mensaje de la Misericordia Las prácticas devocionales reveladas a la Santa Faustina nos fueron dadas como "instrumentos de misericordia" por medio de los cuales el amor de Dios es derramado sobre todo el mundo, pero no son suficientes por sí solas. No es suficiente que nosotros colguemos la imagen de la Divina Misericordia en nuestros hogares, que recemos la Coronilla todos los días a las 3 de la tarde, y recibamos la Comunión el domingo después de la pascua. Nosotros debemos mostrarnos misericordiosos con nuestro prójimo. ¡Poner la Misericordia en acción no es una opción de la devoción a la Divina Misericordia sino un requisito!

Nuestro Señor le habla estrictamente de esto a Santa Faustina:

Exijo de ti obras de Misericordia que deben surgir del amor hacia Mí. Debes mostrar misericordia al prójimo siempre y en todas partes. No puedes dejar de hacerlo ni excusarte ni justificarte. (Diario 742).

Así como lo mandan los evangelios "Sean Misericordiosos así como su Padre en el Cielo es Misericordioso, " piden que seamos misericordiosos con nuestro prójimo "siempre y en todo lugar" parece imposible de cumplir pero el Señor asegura que es posible. " Cuando un alma se acerca a Mí con confianza, la colmo con tal abundancia de gracias que ella no puede contenerlas en sí misma, sino que las irradia sobre otras almas. " (Diario 1074)

¿Cómo irradiamos la Misericordia de Dios a nuestro prójimo?

Por medio de nuestras acciones, palabras y oraciones. "En estas tres formas" Él le dice a Sor Faustina " está contenida la plenitud de la misericordia" (Diario 742) Todos hemos sido llamados a practicar estas tres formas de misericordia, pero no todos somos llamados de la misma manera. Tenemos que preguntarle al Señor, quien comprende nuestras personalidades individuales y nuestra situación, que nos ayude a reconocer las diversas formas con que podemos poner en práctica Su Misericordia en nuestras vidas diarias.

Pidiendo la Misericordia de nuestro Señor, confiando en su Misericordia, y viviendo como personas misericordiosas nos podemos asegurar que nunca escucharemos decir "Sus corazones están lejos de mí" sino más bien la hermosa promesa de " Bienaventurados los misericordiosos, ya que ellos obtendrán Misericordia".
Fuente: ewtn.com
Requisitos para celebrar la fiesta:
Para celebrar esta Fiesta, deberíamos de comenzar una Novena a la Divina Misericordia, la Novena incluye intenciones especiales para cada día y concluye con la recitación de la coronilla de la Divina Misericordia.
Celebración de la fiesta el primer domingo después del Domingo de Pascua,
Venir al Señor con un corazón humilde y contrito, arrepentirse de todo pecado.
Confiar firmemente en la Divina Misericordia del Señor.
Confesarse (con un sacerdote) en ese día si es posible, de otra manera siete días antes o después según aprobación de la Iglesia.
Recibir la Sagrada Eucaristía el día de la Fiesta..
Venerar la imagen de la Divina Misericordia.
Ser misericordioso como Dios es misericordioso, practicar obras de misericordia, físicamente ayudando a otros o espiritualmente con oraciones de intercesión.

Palabras del Santo Padre Francisco

"La misericordia cambia el mundo, hace al mundo menos frío y más justo. El rostro de Dios es el rostro de la misericordia, que siempre tiene paciencia. [...] Dios nunca se cansa de perdonarnos. El problema es que nosotros nos cansamos de pedirle perdón. ¡No nos cansemos nunca! Él es el padre amoroso que siempre perdona, que tiene misericordia con todos nosotros"

Palabras de San Juan Pablo II

"Yo le doy gracias a la Divina Providencia porque he podido contribuir personalmente al
cumplimiento de la Voluntad de Cristo, a través de la institución de la Fiesta de la Divina Misericordia. Yo rezo incesantemente para que Dios tenga misericordia de nosotros y del mundo entero."
Santo Padre Juan Pablo II ( 7/6/97 )
Santuario de la Divina Misericordia, Cracow, Polonia.

Palabras del Cardenal Macharski, Arzobispo de Cracow

En su carta pastoral de la Cuaresma en 1985, el Cardenal Macharski señala que toda la Cuaresma debería de ser una preparación para la celebración del Misterio Pascual: Cristo crucificado y resucitado, quien es la misericordia encarnada. Este gran misterio de nuestra redención, el cual el Cardenal llama: "un acto del amor misericordioso de Dios," es celebrado no solamente durante la Semana Santa y en el Domingo de Pascua, pero a través de la temporada de la Cuaresma, y especialmente en la Día Octavo de Pascua, que Nuestro Señor le pidió a la Hermana Faustina para que se designase como la Fiesta de la Divina Misericordia.

El Cardenal Macharski nos urge a usar la Cuaresma para prepararnos para esta gran fiesta, poniendo mas y mas confianza en la misericordia de Dios y poniendo la misericordia a la práctica a través de obras de misericordia.

El también enfatiza la importancia de recibir el Sacramento de la Reconciliación durante la Cuaresma y pide que hagamos nuestra confesión antes del Domingo de la Misericordia, aun antes de la Semana Santa.

Para aquellos que sienten que tienen que ir a la confesión el Domingo de la misericordia, seria muy bueno que siguiesen no solo este llamado del Cardenal Macharski, sino también el ejemplo de la Beata Faustina, quien hizo su confesión el Domingo antes de la Fiesta de la Misericordia. (Diario, 1072).

Las entradas del diario al referirse a las palabras de Nuestro Señor con respecto a la confesión no dicen explícitamente que la confesión debe de recibirse ese mismo día, pero que la Sagrada Comunión tiene que recibirse en ese día. (Diario, 300, 699, 1109).

Domingo de la Divina Misericordia en el Vaticano

El Cardenal Angelini Fiorenzo celebró la Fiesta de la Divina Misericordia el Domingo 11 de Abril de 1999 por primera vez en la Basílica de San Pedro en Roma. Una gran multitud de devotos de la Divina Misericordia acudieron a las ceremonias.

Divina Misericordia en todo el mundo

Muchas Diócesis y parroquias celebran el Domingo de la Divina Misericordia de diferentes maneras. Algunas tienen una misa durante la hora de las tres de la tarde, "hora de la Misericordia"; otras tienen una Santa Hora de Adoración Eucarística, la cual generalmente incluye la recitación de la coronilla de la Divina Misericordia.

La bendición de la imagen de Nuestro Señor Misericordioso y su veneración son con normalmente incluidas como parte de la la Misa o de la Hora Santa.

Informen a su sacerdote de esta fiesta tan importante y compartan con el la devoción de la Divina Misericordia.

Celebración personal de la Divina Misericordia

Si tu no puedes atender una celebración organizada, hay muchas formas de celebrar personalmente, tal como rezar la Coronilla de la Divina Misericordia, leer las Sagradas Escrituras o leer selecciones del Diario de la Beata Hermana Faustina (Divina Misericordia en mi alma), especialmente textos referentes a la Fiesta. Algunos encuentran que es gran ayuda escuchar cassettes de enseñanzas e himnos sobre la Divina Misericordia. Otros miran vídeos sobre el mensaje de la Divina Misericordia y la vida de la Hermana Faustina. Ademas de esto deberíamos encontrar oportunidades para actos personales de misericordia.

Propagación la Devoción a la Divina Misericordia

Jesús le dijo a la Hermana Faustina: " Haz lo que esté en tu poder para propagar la Devoción a mi
Misericordia y yo supliré cualquier cosa que te falte."

Propaguemos esta devoción a través de folletos, diciéndole a otros acerca de ella, diciéndole al sacerdote local que celebre el Domingo de Misericordia en la parroquia, y por encima de todo siendo misericordioso con los demás para honrar la Misericordia de Dios.

ORACIÓN 
DE LA MISERICORDIA DIVINA

¡Oh Dios de gran misericordia!, bondad infinita, desde el abismo de su abatimiento, toda la humanidad implora hoy Tu misericordia, Tu compasión, ¡Oh Dios!; y clama con la potente voz de la desdicha.

¡Dios de Benevolencia, no desoigas la oración de este exilio terrenal! ¡Oh señor!, Bondad que escapa nuestra comprensión, que conoces nuestra miseria a fondo y sabes que con nuestras fuerzas no podemos elevarnos a Ti, Te lo imploramos: Adelante con Tu gracia y continúa aumentando Tu misericordia en nosotros, para que podamos, fielmente, cumplir Tu santa voluntad, a lo largo de nuestra vida y a la hora de la muerte. Que la omnipotencia de tu misericordia nos escude de las flechas que arrojan los enemigos de nuestra salvación, para que con confianza, como hijos Tuyos, aguardemos la última venida (día que Tú solo sabes). Y esperamos obtener lo que Jesús nos prometió a pesar de nuestra mezquindad.

Porque Jesús es nuestra esperanza: A través de su Corazón misericordioso, como en el Reino de los Cielos.


ROSARIO DE LA DIVINA MISERICORDIA







BIBLIOGRAFÍA


Siempre la oración es la entrega del corazón que se complementa con las fuerzas de todo fiel. Es un camino de crecimiento en la gracia de Dios y, para esto, los fieles buscan la misericordia divina y la súplica al Señor, que nunca deja solo al que le sigue y realiza de corazón a las prácticas de misericordia.










Las reflexiones de este rosario a la misericordia de Dios surgieron a partir de la lectura de la bula del Papa Francisco Misericordiae Vultus (El rostro de la misericordia). Motivo por el cual, cada una de las oraciones del avemaría está precedida por alguna frase de la bula, elegida entre las más significativas para emprender un proceso de conversión y de crecimiento espiritual.

La insistencia de Jesús, de la Iglesia en general y del papa Francisco en particular, de alentarnos a conocer, experimentar y practicar la misericordia, se funda en que éste es uno de los principales atributos de Dios y, por lo tanto, una de las virtudes que debería caracterizar a los cristianos.


FILMOGRAFÍA







EN SOLITARIO
Título original: En solitaire.
Dirección: Christophe Offenstein.
Países: Francia y España.
Año: 2013.
Duración: 96 min.
Género: Drama.
Interpretación: François Cluzet (Yann Kermadec), Samy Seghir (Mano Ixa), Virginie Efira (Marie Drevil), Guillaume Canet (Franck Drevil), José Coronado (José Monzon), Arly Jover (Anna).
Guión: Jean Cottin y Christophe Offenstein, basado en un argumento de Fréderic Petit Jean.
Producción: Jean Cottin, Sidonie Dumas y Laurent Taïeb.
Música: Víctor reyes, con la colaboración de Patrice Renson.
Fotografía: Guillaume Schiffman.
Montaje: Véronique Lange.
Dirección artística: Olivier Radot y Thierry Chavenon.
Vestuario: Muriel Legrand.
Distribuidora: A contracorriente Films.





viernes, 1 de abril de 2016

29 de abril, SANTA CATALINA DE SIENA

BIOGRAFIA DE SANTA CATALINA DE SIENA


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Catalina Benincasa nació en la ciudad de Siena, Italia, el 25 de marzo de 1347. Hija número 23 de Jacobo y Lapa Benincasa, desde niña se destacó por su inteligencia y religiosidad. Los biógrafos señalan que su primera visión, su voto de virginidad y el pueril intento de hacerse eremita los manifestó entre los 6 y 8 años.
Su madre se oponía a sus deseos de vida de piedad e intentó por todos los medios que elija la vida matrimonial. Aprovechando una enfermedad que le produce su paso de la niñez a la edad adulta, consigue que su madre realice las gestiones necesarias para que la admitan en la Tercera Orden de Penitencia de Santo Domingo. Las terciarias eran todas mayores o viudas. La admisión de Catalina, que en ese entonces tenía 16 años, fue una excepción.
A pesar de la fragilidad de su salud, su fisonomía y carácter estaban dotados de una vitalidad singular. Era una mujer corriente, como tantas otras. Poseía sin embargo algo de que muchas carecen: fuerza de voluntad y tenacidad para seguir el camino que se ha señalado. Con tesón y esfuerzo hizo caso a las inspiraciones de la gracia, que Dios concede en abundancia a todos los cristianos.
Catalina fue, por naturaleza, optimista. Habla más de los éxitos en la vida espiritual que de las derrotas, de los pecados. Si hace referencia a éstos, siempre los complementa con la siguiente reflexión “Por mucho que el hombre esté inclinado a pecar, está Dios mucho más inclinado a perdonar”.
Supo armonizar su vida seglar y activa con largas horas de oración y como no siempre podía estar retirada en una habitación o celda, imaginó y logró llevar esa habitación y celda consigo, dentro de su corazón: no perdió el recogimiento interior y la intención de agradarle a Dios en medio de las gestiones que tuvo que llevar a cabo en el mundo.
Sin pretenderlo, a los 18 años Catalina comienza a convertirse en el centro de un grupo de personas que aspiran a una vida espiritual más intensa, sobre todo entre las terciarias. Sus dotes naturales, su espíritu dominicano y su deseo constante de entrega a Dios, además de sus gracias sobrenaturales, hace que todos se fijen más en su vida, que es de penitencia y de caridad con el prójimo.
Los dominicos de Siena también la adoptan como maestra espiritual. La conocen a través de su concuñado Fray Tomás Della Fonte, religioso del convento Santo Domingo de Siena, que vivió en la casa de Catalina tras la muerte de sus padres hasta su ingreso en la Orden Dominicana. Como sólo podía salir del convento con un acompañante, fue presentando sus hermanos de hábito a Catalina, como Fray Bartolomé Dominici y Fray Tomás de Nacci (Caffarini) que luego de conocerla se convierten en sus discípulos. Fray Tomás Della Fonte fue su confesor durante la mayor parte de su vida.
El radio de acción e influencia de este grupo en torno a Catalina va creciendo. Procura atender a todos lo que se acercan a ella en lo material y en lo moral. En su interior, prosigue su sencillez como una mujer corriente de su tiempo. En medio de una vida dura y difícil, por su salud y por su pobreza, su espíritu no se quebranta ni material ni moral ni espiritualmente.
Su influencia y su nombre van llenando la ciudad de Siena. Sin embargo, no todos están contentos con su aura popular. Los ayunos, éxtasis y otras manifestaciones no ordinarias que padecía eran discutidos y puestos en duda por muchos que pretendían desautorizarlas.
De todas formas, su fama se extiende a Pisa, Florencia, Milán, Lucca y otras ciudades de Italia.
Además de una gran labor social, desempeñó una importantísima actuación pública convirtiéndose en una heroica defensora del Papado durante el período de su sede en Avignon, interviniendo en las gestiones para que éste sea restituido a Roma. En 1378, medió en la paz entre Florencia y Gregorio XI, y preparó la adhesión de Nápoles a Urbano VI.
El socorro al prójimo, a la comunidad cristiana y a la jerarquía eclesiástica no brota de su corazón bondadoso, sino de su amor al Señor.3 En ese sentido, nos ha dejado un valioso legado espiritual a través de la correspondencia epistolar que mantuvo durante su vida. Sus escritos, dictados a sus discípulos porque no sabía escribir, son una muestra palpable de su reflexión. La primera carta que se conserva fue dirigida a Fray Tomás Della Fonte en 1368. En su libro “El Diálogo” expone la relación de Dios con el hombre. Asimismo, Santa Catalina desarrolla la doctrina del “puente”: Cristo como mediador entre Dios y los hombres.
Falleció en Roma el 29 de abril de 1380, a los 33 años de edad. Fue canonizada por Su Santidad el Papa Pío II en 1461 y su fiesta se celebra el 29 de abril. El 4 de octubre de 1970 es proclamada doctora de la Iglesia por Su Santidad el Papa Pablo VI, junto con Santa Teresa de Avila. Fueron las primeras mujeres proclamadas doctoras de la Iglesia. El arte la representa con la corona de espinas, la cruz y lirios.
La figura de Santa Catalina de Siena fue dada a conocer a los habitantes de Buenos Aires gracias a la celebración de la fiesta de la Santa que se realizaba todos los años en la iglesia que lleva su mismo nombre.



ORACIÓN A SANTA CATALINA


Resultado de imagen de santa catalina de siena¡Oh gloriosa virgen Catalina!, a medida que os consideramos reconocemos en vos a la Mujer Fuerte de los Libros Santos, el prodigio de vuestro siglo, la antorcha luminosa de la Iglesia, la criatura dotada de incomparables dones y que supo reunir las dulces y modestas virtudes de las vírgenes prudentes a la intrepidez y al valor de los héroes. Volved, os rogamos, desde el cielo, vuestros ojos sobre la barca de Pedro, agitada por la tempestad, y sobre su augusto jefe, que ora, vela, gime, exhorta, combate y espera. Mostrad hasta donde llega vuestro poder cerca de Dios, obteniéndonos a todos el celo para adelantar en las virtudes evangélicas, especialmente en la humildad, la prudencia, la paciencia, la bondad y la diligencia en la práctica de los deberes de nuestro estado. Mantened la concordia de nuestra gran familia y convertid a la Fe a los incrédulos del mundo entero; obtened para nuestra patria la paz verdadera, es decir cristiana, para nuestra Santa Madre la Iglesia el triunfo completo sobre el mal.

EL DIALOGO


PARTE I
Cómo ser útil en la salvación del mundo y la reforma la Iglesia

No el sacrificio, sino el amor que le acompaña, es lo que satisface por los pecados propios o ajenos

Capítulo I

La expiación de los pecados propios y ajenos

Entonces Dios, la Verdad Eterna, le dijo a esta alma:
«Debes saber, hija mía, que todas las penas que sufre el alma en
esta vida no son suficientes para expiar la más mínima culpa, ya que la
ofensa hecha a mí, que soy Bien infinito, requiere satisfacción infinita.
Mas si la verdadera contrición y el horror del pecado tienen valor
reparador y expiatorio, lo hacen, no por la intensidad del sufrimiento
(que siempre será limitado), sino por el deseo infinito con que se
padece, puesto que Dios, que es infinito, quiere infinitos el amor y el
dolor; dolor del alma por la ofensa cometida contra su Creador y
contra su prójimo.
[La satisfacción infinita por lo infinito del amor y del dolor se
verifica plenamente en Jesucristo por la unión de la naturaleza humana
con la divina. La santa habla del deseo infinito, refiriéndose a la
persona que está unida a Jesucristo por la gracia, cuando por lo
ilimitado de sus aspiraciones, quiere reparar a la infinita dignidad y
santidad de Dios ofendida por el pecado de los hombres.]
Los que tienen este deseo infinito y están unidos a mí por el amor,
se duelen cuando me ofenden o ven que otros me ofenden. Por esto,
toda pena sufrida por estos, tanto espiritual como corporal, satisface
por la culpa, que merecía pena infinita.
Todo deseo, al igual que toda virtud, no tiene valor en sí sino por
Cristo crucificado, mi unigénito Hijo, en cuanto el alma saca de Él el
amor y sigue sus huellas; sólo por esto vale, no por otra cosa.

De este modo, los sufrimientos y la penitencia tienen valor
reparador por el amor que se adquiere por el conocimiento de mi
bondad y por la amarga contrición del corazón. Este conocimiento
engendra el odio y disgusto del pecado y de la propia sensualidad
[pues ve en ella la raíz de su pecado] y hace que el alma se considere
indig0na y merecedora de cualquier pena. Así puedes ver cómo los
que han llegado a esta contrición del corazón y verdadera humildad, se
consideran merecedores de castigo, indignos de todo premio y lo
sufren todo con paciencia.
Tú me pides sufrimientos para satisfacer por las ofensas que me
hacen mis criaturas y pides llegar a conocerme y amarme a mí. Este es
el camino: que jamás te salgas del conocimiento de tu miseria; y una
vez hundida en el valle de la humildad, me conozcas a mí en ti. De
este conocimiento sacarás todo lo que necesitas.
Ninguna virtud puede tener vida en sí sino por la caridad y la
humildad. No puede haber caridad si no hay humildad. Del
conocimiento de ti misma nace tu humildad, cuando descubres que no
te debes la existencia a ti misma, sino que tu ser proviene de mí, que
os he querido antes que existieseis. Además, os creé de nuevo con
amor inefable cuando os saqué del pecado a la vida de la gracia,
cuando os lavé y os engendré en la sangre de mi unigénito Hijo,
derramada con tanto fuego de amor.
Por esta sangre llegáis a conocer la verdad, cuando la nube del
amor propio no ciega vuestros ojos y llegáis a conoceros a vosotros
mismos.
[La gran Verdad, que supera toda ciencia, del Dios amor para con
el hombre se nos revela en la Sangre. «En Cristo Crucificado, y
principalmente en su sangre, conoce —el alma— el abismo de la
inestimable caridad de Dios» (Carta 40)]


Del amor procede el valor expiatorio del sufrimiento
El alma que se conoce a sí misma y conoce mi bondad, se
enciende tanto en amor hacia Mí, que está en continua pena; no con
aflicción que la atormente y la seque (antes al contrario, la nutre), sino
porque reconoce su propia culpa y su ingratitud y la de los que no me
aman. Siente así una pena intolerable, y sufre porque me quiere. Si no
me quisiese, nada sentiría. De ahí que tenga que sufrir mucho, hasta la
hora de la muerte, por la gloria y alabanza de mi nombre.

Por tanto, sufrid con verdadera paciencia, doliéndoos de vuestra
culpa y amando la virtud, por la gloria y honor de mi nombre.
Haciéndolo así, daréis satisfacción por vuestras culpas; y las penas
que sufráis serán suficientes, por el valor de la caridad, para que os las
premie en vosotros y en los demás. En vosotros, porque no me
acordaré jamás de que me hayáis ofendido. En lo demás, porque por
vuestra caridad, yo les daré mis dones en conformidad con las
disposiciones con que los reciban.
Perdonaré particularmente a los que humildemente acojan las
enseñanzas que yo les transmito a través de mis siervos, porque por
ellas llegarán a este conocimiento verdadero y a la contrición de sus
propios pecados. De suerte que por medio de la oración y del deseo de
vivir mis enseñanzas, recibirán la gracia en mayor o menor grado
según sea su disposición.
A no ser que sea tanta su obstinación, que quieran ser reprobados
por mí por despreciar la Sangre del Cordero, Jesucristo, con la que
fueron comprados con tanta dulzura. Pero la mayor parte, por sus
deseos de reparación, recibirán el perdón de sus pecados y este
beneficio: que yo hago despertar en ellos el perro de la conciencia,
sensibilizándoles para que perciban el perfume de la virtud y se
deleiten en las cosas espirituales.
[La conciencia es como un perro, porque ella es la que se encarga
de avisar la presencia del pecado o de las faltas en el alma.]
¿Cómo lo hago? Permito a veces que el mundo se les muestre en
lo que es, haciéndoles sufrir de muchas y variadas maneras con objeto
de que conozcan la poca firmeza del mundo y deseen su propia patria:
la vida eterna. Por estos y otros muchos modos, que mi amor ha
ideado para reducirlos a la gracia, yo los conduzco, a fin de que mi
verdad se realice en ellos.
[La verdad de Dios, que debe realizarse en el hombre mediante su
colaboración, no es otra que el fin supremo que Dios tuvo al crearle.
«En la sangre de Cristo crucificado conocemos la luz de la suma,
eterna verdad de Dios, que nos creó a su imagen y semejanza por
amor y gracia, no por deuda u obligación. La verdad fue ésta: que nos
creó para su gloria y alabanza y para que gozásemos y gustásemos de
su eterno y sumo Bien» (Carta 227)]

Me obliga a obrar así con ellos el amor con que los creé y también
la oración, los deseos y sufrimientos de mis siervos, porque yo soy
quien les induce a amar y a sufrir por las almas.

Los que se obstinan, se pierden irremisiblemente

Pero para aquellos necios que son ingratos para conmigo y para                 
con los sufrimientos de mis siervos, se les convierte en ruina y enmateria de juicio todo lo que se les había dado por misericordia; no
por defecto de la misericordia misma, sino por su dureza de corazón.
Si persisten en su obstinación, pasado el tiempo, no tendrán
ningún remedio, porque no devolvieron la dote que yo les di al darles
la memoria, para que recordaran mis beneficios; el entendimiento,
para que conociesen la verdad, y la voluntad, para que me amasen a
mí. Este es el patrimonio que os di, y que debe retornar a mí, que soy
vuestro Padre.
A los que vendieron y malbarataron este patrimonio, entregándolo
al demonio, —dejándose llevar de los placeres deshonestos, de la
soberbia, del amor de sí mismo y del odio y desprecio del prójimo—
cuando les llegue la muerte, éste les exigirá lo que en esta vida
adquirió. Por el desorden de la voluntad y la confusión de su
entendimiento, reciben pena eterna, pena infinita, porque no repararon
su culpa arrepintiéndose y odiando el pecado.

Resumen y exhortación

Ves cómo los sufrimientos y la penitencia satisfacen por la culpa,
a causa de la contrición perfecta del corazón, no por lo limitado de los
sufrimientos mismos. Esta satisfacción es total en los que llegaron a la
perfección de la caridad: satisface tanto la culpa como el castigo que
le sigue. En los demás, los sufrimientos satisfacen sólo por la culpa, y
lavados del pecado mortal, reciben la gracia; pero, siendo insuficientes
su contrición y su amor para satisfacer por el castigo, tienen que
expiarlo en el purgatorio.
El sufrimiento, por tanto, repara el pecado por la caridad del alma
que está unida a mí, que soy bien infinito, y esto en mayor o menor
grado según la medida del amor con que me ofrece sus oraciones y sus
deseos.

Atiza, por tanto, el fuego del amor y no dejes pasar un solo
momento sin que humildemente y con oración continua clames por los
pecadores, sufriendo varonilmente y muriendo a toda sensualidad.
Dios se complace en estos deseos de padecer por Él, porque son
expresión del amor
Me agrada mucho que deseéis sufrir cualquier pena y fatiga hasta
la muerte por la salvación de las almas. Cuanto más uno sufre, más
demuestra que me ama, y, amándome, conoce más mi verdad; y
cuanto más me conoce, más le duelen y se le hacen intolerables las
ofensas que se me hacen.
Tú me pedías poder sufrir y ser castigada por los pecados del
mundo, sin advertir que lo que me pedías era amor, luz y
conocimiento de la verdad. Porque ya te dije que cuanto mayor es el
amor, más crece el dolor y el sufrimiento. Por esto os digo: Pedid y
recibiréis; yo jamás rechazo a quien me pide en verdad.
Cuando en un alma reina la divina caridad, va tan unido este amor
con la perfecta paciencia, que no se pueden separar el uno de la otra, y,
al disponerse a amarme, se dispone a pasar por mí todas las penas que
yo le quiera enviar, sean las que sean. Sólo en el sufrimiento se
demuestra la paciencia, la cual, como te he dicho, está unida con la
caridad.
Sufrid, pues, virilmente, si es que queréis demostrarme vuestro
amor, siendo gustadores de mi honor y de la salvación de las almas.
[Son gustadores de la honra de Dios y de la salvación de las
almas los que no sólo tienen hambre de la gloria de Dios y del bien de
las almas, sino que saborean y se alimentan de este deseo —Mi
alimento es hacer la voluntad del que me envió (Juan 4, 34)—, y lo
gustan. Los bienaventurados del cielo son los verdaderos gustadores;
los que gustan ya de modo definitivo esta verdad.] por la Verdad, el sacrificio y la caridad. Amén.





BIBLIOGRAFÍA





















El autor, con el vigor, amenidad y la maestría que le caracterizan, nos acerca a la historia de Catalina de Siena y a la gran misión para la que Dios le había destinado. Catalina Benincasa fue una bella muchacha que se negó a hacer planes para su matrimonio. Pero no ha pasado a la historia por eso, sino por la extraordinaria época que le tocó vivir, los años en que los Papas vivieron apartados de Roma, en Aviñon, y por su actitud valiente ante las dificultades. Catalina levanta su voz frente a los príncipes y a los cardenales; se dirige con ímpetu filial al Papa, para que regrese a Roma; se empeña en batallar por una paz difícil. Estas circunstancias históricas, tan fuera de lo ordinario, son las más adecuadas para que Louis de Wohl haya escrito un relato apasionante, en el que la incansable e intrépida actividad de Catalina de Siena queda admirablemente enmarcada por los acontecimientos de su época. La sugestiva habilidad literaria del autor y el impecable estilo que le caracteriza componen una novela histórica de grandes valores culturales y de amenidad cautivadora.






  • Tapa blanda: 368 páginas
  • Editor: Ediciones Palabra, S.A.; Edición: 11 (1 de noviembre de 1988)
  • Colección: Arcaduz
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8490610762
  • ISBN-13: 978-8490610763
  • Al asalto del cielo/colección Arcaduz




FILMOGRAFÍA